El proyecto Blue BOAT comprende a la perfección el rol clave que tienen las ballenas en la mitigación del cambio climático. Por eso, entre sus objetivos también se encuentra la disminución del calentamiento global.
Chile es uno de los países de Latinoamérica que más trabaja en la conservación de las ballenas. The Blue BOAT Initiative es uno de los proyectos más recientes y, entre otras cosas, sorprende por el uso de tecnología de vanguardia. A través de boyas inteligentes, el objetivo es generar alertas tempranas para proteger a los cetáceos de las colisiones con embarcaciones.
Una propuesta innovadora
El proyecto se llama The Blue BOAT Initiative: BOAT por “Buoy Oceanographic Alert Technology” (Tecnología de Alerta Oceanográfica de Boyas).
Surgió con el patrocinio del Ministerio del Medio Ambiente de Chile (MMA) y fue desarrollado en conjunto con la Fundación MERI, organización sin fines de lucro que impulsa la investigación científica y la educación ambiental, entre otras cosas.
El punto de partida fue la aplicación de una tecnología innovadora: la de boyas inteligentes que, a través de un monitoreo satelital de las ballenas, alertan en tiempo real a las embarcaciones para evitar las colisiones.
En principio se pensó para que opere en el sur de Chile: en el mar interior de Chiloé, en el Golfo de Ancud y en el Golfo de Corcovado. El motivo, que se trata de una de las principales áreas de crianza y alimentación de los cetáceos en todo el hemisferio sur.
La idea del proyecto también fue que, a partir del funcionamiento en la región mencionada, se expandiera a lo largo de toda la ruta migratoria de las ballenas.
Cómo funciona el sistema
En octubre de 2022, Chile se convirtió en el primer país de Latinoamérica en utilizar esta tecnología.
La misma se encuentra compuesta por un complejo sistema de hidrófonos, sensores oceanográficos y transmisores. El desafío es múltiple: detectar los movimientos de los cetáceos y advertir de forma inmediata a las embarcaciones que navegan por las mismas aguas.
Se trata de que los barcos sepan si hay ballenas cerca y tengan todas las herramientas necesarias para tomar medidas que eviten el impacto. Con esto también se busca reducir otro de los fenómenos que pone en riesgo la integridad de los cetáceos: la contaminación acústica.
Las ballenas y el dióxido de carbono
Fundación MERI comprende que la protección y la conservación de las ballenas se encuentra vinculada de forma directa con el cuidado de los ecosistemas que habitan.
También es consciente del rol que desempeñan los cetáceos en el cuidado del medioambiente. Al respecto, el proyecto Blue BOAT recuerda que las ballenas se destacan por absorber enormes cantidades de dióxido de carbono.
Se estima que, a lo largo de su vida, un ejemplar captura un total de 33 toneladas del gas. Las absorbe con el cuerpo y no las devuelve a la atmósfera. De esta manera, ayuda a la reducción de uno de los agentes que más influye en el calentamiento global.
Una alternativa al cambio climático
Cuando las ballenas mueren de forma natural, sus cuerpos se hunden y las grandes cantidades de dióxido de carbono que acumularon provenientes de la atmósfera quedan depositadas en el fondo del mar.
Pero cuando pierden la vida de forma accidental, sus cuerpos se descomponen en la superficie y la atmósfera resulta contaminada.
Por este motivo, el proyecto Blue BOAT trabaja con objetivos específicos y generales al mismo tiempo, ambos complementarios entre sí. La idea de proteger a las ballenas de muertes accidentales busca la conservación de estos mamíferos marinos y también combatir la crisis climática.
Un desafío permanente
La primera boya inteligente fue destruida a comienzos de 2023. A la necesidad de trabajar para expandir el proyecto y lograr cubrir toda la ruta migratoria de los cetáceos se suma, entonces, el desafío de mantener lo ya realizado.
Las colisiones con embarcaciones son una de las problemáticas más graves que enfrentan las ballenas, tanto en Chile como en otras aguas del mundo. Pero no es la única: los enmallamientos, la caza ilegal y la contaminación química son otras de las más frecuentes.
A través de su sistema de identificación satelital, el proyecto Blue BOAT accede a una mayor información sobre las ballenas: sobre sus movimientos, comportamientos y más.
Conocer a los cetáceos en profundidad es también un gran paso para su conservación. El estudio de esta información, a su vez, permite el desarrollo de medidas innovadoras de preservación. Y el de Blue BOAT es uno de los ejemplos más concretos y cercanos.
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Martín Prieto comenzó su carrera en Greenpeace Argentina como Director Ejecutivo. Logró importantes avances como la sanción de la Ley de Promoción de la Energía Eólica y la Ley de Protección del Bosque Nativo. En 2012, asumió como Director Ejecutivo de Greenpeace Andino, liderando las oficinas de Argentina, Chile y Colombia hasta 2018.
En 2006, Prieto fue designado Líder de la Campaña de Ballenas por Greenpeace International, destacándose en el bloqueo de los intentos de Japón de retomar la caza comercial de ballenas junto a la Comisión Ballenera Internacional. Además, ha sido asesor de Greenpeace International, Greenpeace Mediterráneo, Greenpeace India y Greenpeace Rusia.